La neuroplasticidad se define como " la respuesta que da el cerebro para adaptarse a las nuevas situaciones y reestablecer el equilibrio alterado, después de una lesión". Recientes investigaciones ponen en evidencia la capacidad que  tienen las neuronas lesionadas para regenerarse y establecer conexiones nuevas. Y existe neuroplasticidad en todos los cerebros, niños, jóvenes, mayores y personas con demencia, si bien en menor intensidad.

Es por esta capacidad, la neuroplasticidad, que tiene sentido la psicoestimulación, es decir " aquel conjunto de estímulos  generados  por la neuropsicologia intervencionista con finalidad rehabilitadora" No se trata de sobreestimulación  desorganizada, sino de una estimulación lo más individualizada posible y, por tanto , adecuada a las capacidades funcionales residuales que le permitan su ejercicio y el "despertar " de aquellos "olvidos" abandonados. Si se trabajan las áreas adecuadas la persona puede recuperar y mejorar su estado cognitivo, manteniendo su actividad funcional el máximo tiempo posible.

Las personas con demencia mantienen cierta capacidad de neuroplasticidad, un potencial de plasticidad cognitiva, de aprendizajes o capacidades de reserva que pueden ser desarrollados y estimulados a fin de modificar y optimizar su adaptación al medio, especialmente en los estadios leve y moderado, donde el proceso  neurodegenerativo no está tan avanzado. 

Así pues , el objetivo  básico de los tratamientos  de psicoestimulación es el favorecer la neuroplasticidad mediante la presencia de estímulos, debidamente estudiados , que recuperen  las capacidades  intelectuales , emocionales , relacionales  y físicas de forma integral. Para que la persona pueda mantener durante mas tiempo una buena calidad de vida. Esta fantástica capacidad se puede trabajar desde jóvenes, porque haciendo actividades diferentes y nuevos aprendizajes desarrollamos nuevas sinapsis y estoy hace que practiquemos la neuroplasticidad. Por ejemplo son adecuados, juegos de mesa, juegos de lógica también ejercicios funcionales como aprender a utilizar las dos manos indistintamente de nuestra dominancia, aprender a hacer ganchillo, cultivar, cocinar, etc. pueden ser ejercicios sencillos de la vida cuotidiana que nos hacen salir de nuestra rutina  y confort habitual. Os animo a todos a practicar vuestra neuroplasticidad y si no sabéis como, podéis enviarme un mensaje y os enviaré ejercicios concretos.